
Quise retenerte diez días,
Diez minutos, diez segundos más…
No pude, tu conciencia y la mía estaban presentes,
El juego había terminado.
Solo quedaban sombras y recuerdos,
Mil palabras por decir,
Un reloj que se paró,
Una nota en blanco,
Mil mensajes inconclusos,
Mentiras dolorosas,
Y un par de dudas por resolver.
Solo quedaron las ganas y mil besos,
Dos lágrimas por salir,
Un quebranto profundo,
Una pausa en la razón,
Mil pensamientos desordenados,
Mentiras lacerantes,
Y un silencio total como despedida...
2 comentarios:
Odio las despedidas que dejan tanto por resolverse, todas esas conversaciones imaginarias que se dan luego y odio darme cuenta que la precencia de alguien a quien le das todo es solamente temporal.
(ps. q lindo blog!)
Me gustó!!!
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