Mientras me sientan en la sala de espera bajo el efecto del miedo mezclado con el murmullo de cien personas desconocidas, las luces rojas chillando y la bocinas de afuera, me fusiono entre la ira y la melancolía y razono…
Afuera el sonido de una tolva completa que se descarga junto a el odio y resentimiento,
en una familia que regresaba a casa… luego de los gritos, llantos y
suspiros, solo el sonido de la soledad queda, esa soledad que golpea la
vida y el alma… esa soledad que amarga los días que vendrán, esa
soledad que se va quedando muda de tanto sufrir… esa soledad que se
pega...
Me quedo sin llanto y sin remedio a la espera de la
respuesta que vendrá a decirme el internista, que desde ya dejó mi
corazón en suspenso…
Mientras escucho la lluvia, los sollozos y
las quejas de todos los ahí presentes, me traslado a un pequeño mundo
inexistente en donde te puedo respirar y tiemblo, Tu la única cosa
positiva en mi cabeza que me llena de esperanza…
La respuesta
llego de pronto y no todo estaba mal… me fusiono entre el sudor, los
gemidos y los rezos de una sala de espera completa de gente esperanzada y
me marcho con la incertidumbre de lo que viene… La soledad se viene
conmigo.