sábado, 26 de mayo de 2012

Cuento...

Mientras me sientan en la sala de espera bajo el efecto del miedo mezclado con el murmullo de cien personas desconocidas, las luces rojas chillando y la bocinas de afuera, me fusiono entre la ira y la melancolía y razono…

Afuera el sonido de una tolva completa que se descarga junto a el odio y
resentimiento, en una familia que regresaba a casa… luego de los gritos, llantos y suspiros, solo el sonido de la soledad queda, esa soledad que golpea la vida y el alma… esa soledad que amarga los días que vendrán, esa soledad que se va quedando muda de tanto sufrir… esa soledad que se pega...

Me quedo sin llanto y sin remedio a la espera de la respuesta que vendrá a decirme el internista, que desde ya dejó mi corazón en suspenso…

Mientras escucho la lluvia, los sollozos y las quejas de todos los ahí presentes, me traslado a un pequeño mundo inexistente en donde te puedo respirar y tiemblo, Tu la única cosa positiva en mi cabeza que me llena de esperanza…

La respuesta llego de pronto y no todo estaba mal… me fusiono entre el sudor, los gemidos y los rezos de una sala de espera completa de gente esperanzada y me marcho con la incertidumbre de lo que viene… La soledad se viene conmigo.