jueves, 8 de septiembre de 2011

615




615 km. recorridos  y todos me recuerdan a ti, el cielo nublado, el asfalto a medias, el vapor elevándose, mientras las nubes bajan y se confunden frente a mi,  yo me pierdo en el oscuro cielo, la lluvia y tu rostro…

Avanzo pero no camino, el recorrido se me hace inmenso y majestuoso, la tormenta se acerca mientras yo me alejo… de casa, de ti. La lluvia entona una melodía sin sentido que hace bailar las pocas hojas secas que se elevan y caen al compás de las gotas…

El vidrio empañado junto a mis gafas y ojos… el camino se nubla al igual que mi mente, la tormenta sesa pero no se va, sigue dentro golpeando mi pecho con pequeñas punzadas que trascienden el cuero que me arropa.

615 km. recorridos todo lo que queda atrás es ciudad, ruido, pasado, dolor, me pierdo en el mismo camino pisado diez veces antes, la nostalgia moja la tierra dando vida a lo que ya se había secado.

Nuevos caminos  se asoman y las nubes se dispersan, me abren paso; truenos, luces, señales de vida me dejan sin vos, a lo lejos la misma música que me recuerda que debo cruzar, que no me desvíe más, que no me pierda. Frente a mi, un espejo y la mente en blanco…


3 comentarios:

Daniel Eduardo Gómez dijo...

Issa: Un placer pasar a saludarte. Me gusto te manera de contar la lluvia en el camino y dentro tuyo. Genera una figura de tristeza que embarga, igualmente, esa referencia al otro deja la promesa de un mejor futuro en un tiempo más soleado.
Un abrazo

Jacquie dijo...

Touching!! que hermoso!

Batfink dijo...

Podes irte de casa...
pero tu casa nunca se irá de ti...