lunes, 11 de julio de 2011

Estado actual...


Todas las mañanas me despierto positiva esperando que el día siga con esos matices naranjas que iluminan el rostro de todos los Guatemaltecos, que nos levantamos con ganas de seguir nuestra rutina diaria para ganarnos a base de esfuerzos y trabajos un salario que nos haga “personas respetables.”

Pero mientras el día avanza veo rostros insatisfechos, cansados, vencidos y maltratados por el exceso de hambre, el maltrato físico, verbal, la falta de techo, de trabajo y amor.

Guatemala transpira una nostalgia en sus muros, calles y avenidas pavimentas con sangre, dolor e impuestos mal impuestos que nunca recuperamos.

Violencia y más violencia radica en las mentes inhumanas de quienes nos gobiernan, de quienes nos obligan a encerrarnos en nuestros pequeños y positivos pensamientos que ya no son expuestos por temor a ser rechazados, o peor aún, a ser buscados, amenazados, heridos o aniquilados….

Los muros se caen, los muros de la ceguera se caen se vencen, se agotan y el miedo nos hunde en un abismo intolerante lleno de lamentos, lágrimas y oraciones interminables y sin respuesta.

El futuro nos desvanece las fuerzas, cuando nos preguntamos: cuántos más deben morir? No somos nada solo pólvora que se pierde en estas calles rellenas con el odio y la maldad que trasciende las historias de amor que anhelamos escuchar.

Nuestros periódicos crecen de notas rojas, mientras que el área social nos invita a las muestras de arte que hablan de estos sucesos que nos desasosiegan y nos deja sin frenesí. Quedamos pausados y sin aliento en una pequeña ciudad perdida entre balas, insultos, muertes y decadencias mentales que solo alimentan los diarios, noticiero y alguno que otro ego de los ignorantes y desalmados que nos pretenden gobernar…

Oremos por el mundo, oremos por Guatemala, necesitamos paz.

5 comentarios:

Pablo Hernández M. dijo...

muy bueno... yo me uno a la oración

gran look nuevo de tu blog

Daniel Eduardo Gómez dijo...

Querida Issa: La sinceridad de tus palabras en este post es una muestra clara de que el pueblo guatemalteco vive la misma congoja que el resto del mundo ante la perdida del que fuera referente en los 60´ y 70´de una prosa contestataria y reclamante de libertad. Hoy 40 años después, aun persisten en nuestro continente quienes pretenden dominar a los pueblos con el yugo del terror. Acompaño, aunque sea con mis deseos, para que tu pueblo recupere esa libertad que ansían. Un abrazo

David Lepe dijo...

es un desorden, verdad, un desorden desde emociones hasta de ideales, y claro, negocios.

Franziska dijo...

Nuesstro mundo actual sufre además de la económica, una crisis de valores. así lax cosas van aún peor. Franziska

Daniel Eduardo Gómez dijo...

Hola Issa: Pase de vuelta a visitarte para comentar que recibi un regalo de mi amiga Sally y lo quiero compartir contigo, si quieres pasa por mi página a recogerlo. Un abrazo.