Granizo, bruma, escarcha…
De tanto frió me da calor,
al traer a mi memoria retratos de los momentos vividos
en aquel distrito místico, inocente, que hoy recorro nuevamente
ahora mas violento, corrompido por la miseria,
por los lobos nocturnos que nos roban la paz..
ya no es igual ni el café ni el rompope me saben igual…
Respiro bondad y inocuidad aun…
Pero nada es como antes,
Ni tu ni yo ni nadie…
Perdimos la inocencia, la fe,
algunos perdieron las fuerzas las ganas de luchar,
otros solo se apartaron se alejaron del bullicio...
Y yo, vivo! Rodeada de hielo y fuego,
y deseo seguir viviendo
con tal de recorrer los mismos callejones,
las mismas equinas, los mismos cafés,
con la misma gente,
adoptando su piel por un instante,
cambiando papeles por un minuto,
sintiendo lo que sienten…
Sigo caminando por el centro
y a lo lejos una pareja
que como gatos se lamen
expresando su devoción…
Mas allá veo unos amigos quitándose el frió
con el aguardiente del barrio,
que los aleja del presente,
otros, mas allá, lloran
Con ese llanto interno insostenible
que paran bebiéndose de un solo sorbo
hasta apagarse por completo…
Recorro tus parques
repitiendo el abecedario
reinventando palabras
convenciéndome que entre tu y yo
nada a cambiado,
que aun hay brillo…
La luna se despide
el llanto aun no cesa,
mientras me despido con nostalgia de tus veredas,
de esos días, en que me sobraban los hoyuelos en mi rostro
y el calor en mis mejias…
Adiós tierra fría,
me diste suficiente calor,
con tus paisajes y olor,
con tus volcanes y montañas
Me protegiste del dolor…
Me llevo tu sonrisa iluminada,
tu aroma a panecillo,
tus manos calladas,
tu mirada desfallecida,
tu inocencia perdida…
Xela 17 agosto 2008
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