Tengo ganas de desaparecer,
tan solo por un instante,
desaparecer del mundo,
volverme invisible o invencible,
tengo ganas de correr descalza,
tengo ganas de decir que SI,
de sonreír sin falsas esperanzas,
tengo ganas de no esperar
de darlo todo sin miedo,
tengo ganas de no tener ganas…
Es que hay momentos en que todo cala,
somos como pequeños vidrios transparentes a punto de ser quebrados,
somos esa tela que se lleva el aire por falta de peso,
ese jabón que se lava después de lavar,
somos tan pasajeros en este mundo
y nos creemos tan in-vencibles,
que nos vemos im-béciles
es que hay tan pocas cosas por las que vale romperse
pero tan pocas personas que lo perciben...
Hay un arcoiris de deseos gritando por dentro,
y una montaña de obstáculos queriéndonos tapar,
pero la fragilidad no se quebranta tan fácilmente
cuando el callo de los años nos ha pegado fuerte,
Tengo ganas de salir de esta historia,
para meterme en una de las que se leen,
una quizá, de Saramago,
de esas que no tienen puntos y se leen fácilmente,
de esas que encierra un romance interminable,
y terminan con un final feliz.
Tengo ganas de editar momentos,
para que la pesadumbre del pasado no resuene en el presente,
tengo ganas de no tener ganas de huirle al dolor,
y enfrentarlo a los ojos, sin antifaces ni puntos suspensivos,
tengo ganas de meterme en esta historia,
y recorrer cada letra,
como si fueran pequeñas ciudades sencillas de recorrer.
Es que hay momentos en que todo duele,
somos pequeños lunares en el cuerpo del universo,
somos tan pequeños que nos perdemos fácilmente,
que no nos logramos encontrar,
que nos olvidamos de escuchar,
que aún hay tanto amor en el mundo
que es por lo que vale la pena no desaparecer,
tengo ganas de que tu tengas ganas
de unirte a esta historia que esta por empezar...