Días...

Distante,
Por mometos pretendo escapar de los prejucios,
de la ignorancia,
de la vileza,
de la tristeza,
del llanto,
de tanta estupidez que me rodea,
pero pareciera imposible ocultarme
al final siempre me encuentra,
o me la topo en alguna esquina
decadente del inicio de mi camino…

Me nublo,
tiro rayos y luces de tanta inquietud que desbordo,
no logro apasiguar la utopia de mis pensamientos,
quiero todo en momentos irreales,
pretendo acaparar todo en momentos absurdos,
anhelo todo lo posible, lo palpable, lo sentible…

Me escondo detrás de la sonrisa sutil,
evitando traer a flote el peso depositado en mis hombros,
en mi garganta, en mis pupilas…

Hay días de días que es imposible callar,
días, en que veo y tiemblo,
en que pienso y hablo,
en que siento y grito,
días, como ayer y como hoy,
días, en los que no me reconozco,
días, que mañana ya no recordaré…

Diciembre, el mes de las colas...

Porqué será que cuando nos metemos tanto en el mundo de los mortales perdemos un poco de sensibilidad, de emoción, de alegría? Veo a mi alrededor y todo se torna confuso y rutinario… Todo es casa, compu, trabajo, tráfico, compu, trabajo, casa y una que otra charla telefónica o en un café con uno, o varios, buenos amigos, que nos ausentan de la realidad por minutos y nos sosiegan de ese mal humor causado por el estrés cotidiano…

“La esperada Navidad” brilla por su ausencia, no se uds. Pero de mi parte no he sentido esa vibra navidezca que se solía respirar en el ambiente, hoy las preocupaciones son otras… Cómo sobrevivir en un trabajo (si se tiene), o cómo conseguirl uno, pagar las cuentas, entender a "X" persona, conseguir nuevos atajos para no perder tanto tiempo en el tráfico, revisar el facebook, ajustar para el almuezo, ver a donde se puede llegar con tres fichas para el fin de semana, etc… Cada quién enfocado en lo suyo.

Mientras tanto la “blanca navidad” se derrite por el calor de las prisas, la ansiedad y de los enojos. Algunos causados por la frustración que nos causan las benditas colas…. Para pagar, para llegar a un lugar, para entrar al cine, para salir del centro comercial, para el banco, para pagar el parqueo, para que den una mesa en algún restaurante, para cruzar la calle, en otras palabras, para todo! En esta época aumentan las colas, asi es diciembre, el mes de las colas y este tiempo muerto no se recupera jamás!!!

En fin, el punto no es que me queje (mmm bueno, si un poco) si no que tomemos en cuenta estas circunstancias y vayamos agarrando paciencia, porque cada vez somos más en este perqueño y desordenado país; y seremos más si sigue el frío y la ignorancia, porque a falta de trabajo; para un techo, más ponchos y una buena comida caliente, deciden quitarse lo gélido, con un poco de calor humano y nada de protección, unos disque porque la iglesia va encontra de ello, otros, para “crear más fuentes de ingresos” en el hogar (triste pero real situación)...

(continuaré...)

Desde mi balcón...

Me encuentro sola, creeme,
sola observo desde mi ventana el cielo azul
que me cubre como una sábana liviana,
como ese manto estelar que me protege de mis nostalgias…

Veo, desde mi balcón, como un niño junto a su padre juegan con las estrellas
corriendo detrás de su perro al que nominan “Nieve”…
ha de ser por lo blanco, tan blanco como un copo de nieve
rien a todo pulmón, como para sacarle al cielo una pequeña sonrisa…

Bebo un sorbo de té, desde mi balcón,
mientras siento la miel acariciar mi garganta,
seca, de tanto tragarme palabras que debo guardar,
quisiera, (como el niño), correr tras la nieve para no sentir frío….

Pero el cielo apagó la luz,
Para que no añorara hablar,
Para que olvidara,
Para que durmiera…